El terremoto en la web

Por Diego Peralta

Miércoles 15 de agosto. 6:41. Lima fue sacudida por un gran temblor. La redacción de la web de El Comercio fue la protagonista de la noticias, tras los minutos de pánico en la ciudad. El redactor del site, Henry Lopez, escribió y publicó la noticia aún cuando el sismo de 3 minutos no terminaba.

A la vez un videoreportero salió a la calle a grabar los momentos finales del temblor. Mujeres llorando, hombres corriendo celular en mano, autos parados en medio de la pista y paredes agrietadas fueron parte de las imágenes que se grabaron y publicaron 20 minutos después.

Tras el temblor, la primera reacción de los editores de la web fue averiguar la intensidad y el epicentro del sismo. Si en Lima se sintió tan fuerte, en la zona del epicentro podría ser desastroso, era la conjetura.

Las líneas comenzaron a colapsar por lo que el Instituto Geofísico del Perú (IGP) era imposible de ser contactada a través de los teléfonos. Entonces uno de los redactores empezó navegar por Internet. Los lugares consultados fueron el site del IGP que reporta de manera inmediata todos os movimientos telúricos en el país y la web del Centro Estadounidense de Terremotos, que informa de todos los sismos en el mundo. A través de estas dos páginas pudimos saber cual fue la ubicación y el epicentro del sismo.

60 kilómetros al oeste de Cañete y 7.9 grados sobre la escala de Richter. La noticia estaba en el sur. Ica, Pisco, Chincha y Cañete. Pronto los redactores empezaron a llamar a los corresponsales de la zona, mientras los primeros reportes de radio desde el sur se dejaban escuchar.

Pronto un segundo videoreportero partió a la Costa Verde para grabar el estado de las pistas, mientras otro redactor hablaba con el alcalde del Callao, quien reportaba la evacuación de La Punta.

La web comenzó a publicar las primeras fotos de Lima que entregaban los fotógrafos. A su vez se colgaban los audios de los corresponsales y autoridades dando cuenta de la situación en la zona.

Tras confirmar la situación en Ica uno de los videoreporteros partió a la zona del desastre junto con un redactor y un fotógrafo del diario. El llevaba consigo una cámara digital y una laptop para poder enviar las imágenes.

La web funcionó durante toda la madrugada. Dos redactores se quedaron durante la noche actualizando las noticias. La cantidad de muertos y heridos crecía a cada minuto. La información era escasa y a la vez valiosa. El diario impreso salio al día siguiente con una edición especial resumiendo los hechos ocurridos hasta el cierre. La web fue la que informó a la gente al instante y con una actualización constante.

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